EUROPA
PRESS
26 septiembre
2018
Recomendaciones
para esquivar la incontinencia urinaria con ejercicios desde casa
La incontinencia urinaria es un proceso
que deteriora significativamente la calidad de vida de la persona que la
padece. No obstante, se ve como algo normal en nuestras vidas con el paso del
tiempo y, en muchos casos, se normaliza con el uso de absorbentes o pañales.
"Pero es importante conocer que en algunos casos la
causa es tratable, por lo que es fundamental consultar con el médico de familia
esas pérdidas de orina", advierte en una entrevista con Infosalus el doctor Higinio Flores Tirado, del grupo de
trabajo de Patología Nefrourológica de la Sociedad
Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Según explica, la incontinencia urinaria fue definida por la
Sociedad Internacional de la Continencia, hace ya algunos años, como "la
pérdida involuntaria de orina, que puede ser demostrada objetivamente y que
constituye un problema social o higiénico".
Desde el punto de vista etiológico, señala que ésta puede
deberse a diferentes causas, lo que nos ayuda para su clasificación en los
siguientes tipos:
·
Incontinencia urinaria de esfuerzo o de estrés: Consiste en una
pérdida involuntaria de orina cuando se produce un aumento de la presión abdominal
por actividades como la tos, la risa o hacer fuerzas con la barriga. La causa
en este caso es una debilidad de la musculatura del suelo pélvico.
·
Incontinencia urinaria de urgencia: Aquí la pérdida involuntaria
de orina se acompaña o va precedida de un deseo miccional
difícil de aguantar y con miedo al escape. Este tipo de incontinencia puede
deberse a distintas causas, como el uso de sustancias irritantes vesicales
(como el alcohol o la cafeína), el tomar mucho líquido, ciertos medicamentos o
una infección urinaria, entre otros.
·
Incontinencia urinaria mixta: En este supuesto se asocian los dos
tipos de incontinencia anteriores.
"La incontinencia urinaria es un padecimiento que
afecta fundamentalmente a la mujer y guarda una estrecha relación con la edad
de la persona, tal y como apuntan los datos epidemiológicos. Entre un 20 y un
30% de mujeres de edad media la padecen, alcanzando el 50% en las mayores de 65
años. Mientras, en el caso de los varones, sólo un 17% de ellos la padece en
este rango etario", afirma el especialista de la
SEMG.
Por otro lado, el doctor Flores resalta que, analizando la
evidencia científica disponible, se puede afirmar que el embarazo y el parto
vía vaginal son dos factores de riesgo importantes en la mujer, existiendo
controversia con otros factores de riesgo clásicos como la histerectomía
(extirpación del útero total o parcial).
Mientras que en el caso del varón, según sostiene, se
consideran factores como la edad avanzada, los síntomas de la vía urinaria
inferior, las infecciones, el deterioro funcional y cognitivo, los trastornos
neurológicos y la prostatectomía. Por otra parte, ve
interesante añadir que la diabetes mellitus aparece
como un factor de riesgo en la mayoría de los estudios analizados.
¿Cómo podemos
esquivarla?
Desde un punto de vista preventivo, el doctor Flores
recomienda en primer lugar la realización de ejercicios de suelo pélvico.
"Para localizar correctamente estos músculos se pueden realizar las
siguientes maniobras: apretar fuertemente como si quisiéramos detener el chorro
de la orina, y apretar el ano como si se quisiese evitar el que se escapen los
gases. Si hacemos las dos cosas al mismo tiempo estaremos contrayendo los
músculos del suelo pélvico", describe el experto.
Asimismo, apunta a los siguientes ejercicios:
1. Intenta mantener cada
contracción durante unos 5 ó 6 segundos, manteniendo relajados el resto de los
músculos del cuerpo.
2. Debes realizar tandas de entre 5
y 10 contracciones, y repetir 10 veces a lo largo del día.
3. Intenta mantener el ritmo de la
respiración durante los ejercicios, relajando los músculos durante la
inspiración, y contrayéndolos durante la espiración.
Por otra parte, el doctor Higinio Flores Tirado, del grupo
de trabajo de Patología Nefrourológica de la Sociedad
Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), también cree que se debe
evitar todo aquello que contribuya a aumentar la presión intraabdominal
(obesidad, tos crónica, uso de prendas muy ajustadas, por ejemplo).